Abiertos: Permiten el intercambio de materia y energía, del interior hacia el exterior o alrevés. Por ejemplo, un recipiente que contenga lo que sea, pero sin tapa.
Cerrados: Sólo permiten el intercambio de energía. Por ejemplo, un refresco en el refrigerador o una olla con agua expuesta al fuego, con tapa, un refrigerador, etc.
Aislados: No permiten el intercambio ni de materia ni de energía. Lo más cercano a esto son las naves espaciales o satélites, pero, en la actualidad no se ha logrado tener un sistema aislado 100%.
Las paredes en los sistemas pueden ser: diatérmicas o adiabáticas.
Diatérmicas: Permiten el intercambio de energía.
Adiabáticas: Lo contrario, no hay intercambio de energía de ningún tipo, y tampoco se ha logrado hasta ahora obtener una pared 100% adiabática.
En ambos casos de paredes puede haber dos tipos aplicables a todo tipo de sistemas:
Flexibles: Por ejemplo, un globo es de pared flexible.
Rígidas: Materiales de todo tipo, como metales, plásticos, etc.
